divendres, 29 de desembre del 2006

Cata de copas Riedel... ¡increible, pero cierto!

Ahora que ya hemos ido a comprar vino, vamos a por unas copas.

Yo siempre he sido de la opinión de que el vino hay que beberlo en una copa y que un buen vino debe servirse en una buena copa, pero hasta hace poco no había podido comprobar la inmensa diferencia cualitativa que se aprecia entre un mismo vino servido en distintas copas (aunque sean todas buenas). La conclusión que saqué es que cada vino hay que beberlo en "su copa".

Este "descubrimiento" fue gracias a las catas que ofrecían en "l'espai Riedel" de la Vila Viniteca (también en la calle Agullers). Para demostrarnos que un vino se expresa de diferente manera en copas distintas, nos dieron a probar un AVGVSTVS Cabernet Sauvignon-Merlot 2004 (8,60€, D.O. Penedès) y lo sirvieron en cuatro copas distintas; una Burdeos, una Borgoña, una Pinot Noir y otra que sólo tenía función decorativa.

esquema de los sabores que percibe la lengua; en la punta de la lengua dulce, al centro en los lados salado, más hacia los lados ácido y al final amargo. La sensación tánica no es gustativa sino táctil y se percibe en el paladar.Antes de empezar la cata, nos dieron un poco de teoría de cómo funciona la copa, es decir, por qué se acumulan los aromas o por qué volatilizan y que todo esto está en función de la geometría de la copa.
Yo estaba expectante y pensaba,“si el vino es bueno, el tipo de copa quedará en segundo plano”. El resultado fue sorprendente, personalmente no pensaba que la copa fuese a influir de esta forma.
En nariz, los vinos parecían diferentes, menos mal que observé que los servían de la misma botella. En boca, la diferencia también es apreciable (y según le pareció a Pilar, todavía más marcada), ya que la geometría de la copa hace que el vino caiga en la zona más indicada para degustar cada tipo de vino o varietal (ver el esquema de la lengua). Si una copa es más cerrada, hará que el vino caiga en el centro del paladar, lo que potenciará los taninos del vino. Si la copa es más abierta, como una borgoña, el vino caerá hacia los lados, de manera que en este caso se potenciará la acidez del vino. La altura de la copa también influye, ya que, por ejemplo, si la copa es alta hará que levantemos la barbilla y que el vino caiga de otra forma.

Nosotros nos compramos un par de copas Bordeaux de la serie Vinum (como la de la foto).

Las características de esta copa son las siguientes, según aparece en la web de Riedel:

Copa Bordeaux de la serie Vinum de RiedelPerfecta para vinos tintos de carácter complejo, contenido elevado de tanino, jóvenes y de mucho cuerpo (más del 12 por ciento de alcohol).
Esta copa suaviza los bordes ásperos, acentúa el carácter frutal, y permiten equilibrar los vinos de forma que, normalmente, tardarían años para conseguirlo por envejecimiento.
El tamaño generoso de esta copa permite desarrollar plenamente el bouquet. La forma dirige el chorro de vino hacia la zona de la lengua que percibe la dulzura y acentúa de esta forma el carácter frutal, mientras que resta importancia al carácter amargo del tanino.
Recomendado para: Bordeaux (red), Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot, Rioja, Tempranillo.
Altura: 225mm 8 7/8 in.
Capacidad: 610ccm 21 1/2oz.

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