
Es en este privilegiado enclave donde hallamos las Bodegas y Viñas Dos Victorias, sociedad constituida en el año 1998 por Victoria Pariente y Victoria Benavides, las victorias que dan nombre a la bodega. Ellas han recogido la herencia y el saber de sus antepasados y lo han proyectado en unos vinos modernos, pero fieles a sus orígenes.
Con esta filosofía, Bodegas y Viñas Dos Victorias embotellan cinco vinos distintos, pero todos tienen en común que son varietales; tres tinta de toro adscritos a la D.O Toro y bajo la marca de Elías Mora y dos verdejos pertenecientes a la D.O. Rueda que llevan el nombre de José Pariente.
La verdejo, que también se la conoce como cepa de madrigal y verdella o verdella blanca en Castilla y verdelho en Portugal, es la variedad principal de la D.O. Rueda que, por otra parte, también admite la Sauvignon Blanc, la Viura o Macabeo y la Palomino, aunque de esta última no se permiten nuevas plantaciones.
Los suelos de la D.O. Rueda son pobres en materia orgánica y ricos en calizas, que aportan al vino más potencia y alcohol. Por su parte, el clima, como en toda la meseta norte, es extremo con veranos secos y cálidos, pero cortos.
La variedad de uva verdejo llegó a Castilla hace más de 500 años, probablemente gracias a los mozárabes que la trajeron desde el norte de África.
Esta cepa, responsable de la singularidad de los vinos de Rueda junto con el clima y el suelo, es de brotación temprana y produce racimos pequeños de piel gruesa que aportan a los mostos blancos un alta concentración de extractos.
De los verdejos que Dos Victorias elaboran con el sello del Consejo Regulador de la D.O. Rueda (aunque la D.O. Toro también permite este vidueño), uno esta fermentado en barrica y el otro, el que va a ocupar el resto de líneas de este post, es el vino del año, aunque se le estima una vida de por lo menos un año más, fermentado en acero.
José Pariente Varietal Verdejo 2006

En nariz es intenso y varietal. Sin ser "verde", desprende notas herbáceas, heno cortado, y el frescor de los cítricos, pomelo. Según evoluciona, los aromas se van endulzando y aparece algo de fruta amarilla, albaricoque, que enlazará aromas y gusto.
El paso por boca es amplio y sedoso con buena acidez. Sensaciones muy equilibradas en boca; la acidez no diluirá las sensaciones táctiles del paladar. Nos deja un ligero amargor en el postgusto que se funde en un final largo de persistencia media alta.
En definitiva, un vino con un marcado carácter varietal, muy respetuoso con la expresión típica de la uva verdejo.
Esta no ha sido la primera vez que hemos probado un José Pariente Verdejo 2006, ni probablemente tampoco será la última (aunque para la siguiente vez tendremos que ir a "repostar"), ya que al tratarse, en nuestra opinión, de una apuesta segura a un precio módico (8€ aproximadamente), dan ganas de repetir.